Formación del alumnado ayudante

“Acoger la diversidad, responder a cada persona en su originalidad, teniendo en cuenta sus características, sus capacidades, sus aptitudes y sus necesidades porque cada uno calza su propio pie”
(Proyecto Educativo de Santa Juana de Lestonnac)

Partiendo de la premisa: “la convivencia en el centro compete a toda la comunidad educativa”, entendemos que es imprescindible hacer partícipe al alumnado en la gestión de esta área tan importante en el día a día del colegio.
Por ello, este curso escolar hemos continuado el programa <<Alumno Ayudante>> en secundaria, que se implantó el curso pasado.
La finalidad es mejorar el clima de convivencia, de modo que los conflictos se resuelvan de en los inicios del mismo y de manera asertiva.
En paralelo, nos marcamos como objetivo, que el alumnado tenga recursos para que las relaciones entre iguales estén exentas de prejuicios y tengan la oportunidad de conocer al otro y dejarse conocer por los demás.
Así, hacer que el alumnado comparta, conozca e interactúe desde el respeto, el afecto y el ánimo de construir un agradable clima de convivencia.
Para alcanzar estos objetivos, es necesario la figura del alumno ayudante como complemento al trabajo que se realiza por parte del profesorado, personal de administración y servicios y padres.
De manera operativa podemos definir el programa como un sistema de ayuda entre iguales, que ayudan a sus compañeros en situaciones de indefensión o confusión, o que tienen dificultades de relación entre sus iguales.


Los objetivos que pretende el programa son:

• Fomentar la colaboración y búsqueda de soluciones a problemas interpersonales.
• Mejorar la convivencia en el centro.
• Prevenir casos de maltrato/acoso entre el alumnado.
• Favorecer la participación directa del alumnado en la resolución de conflictos.
• Crear canales de comunicación y de conocimiento mutuo entre educadores y alumnado.
Así, la función del alumno ayudante es la de detectar situaciones en las que algún compañero necesite ayuda y si puede abordarlo de manera autónoma, ejercer esa ayuda. Y si no se siente capacitado o no tiene recursos, hacerlo saber al aula de convivencia de modo que el profesorado correspondiente, pueda intervenir con el alumno que necesite la ayuda.
Es muy importante la detección temprana (Prevención primaria) de los conflictos, de modo que puedan ser abordados en esas etapas evitando así que sea mas compleja su resolución.
Hay dos alumnos ayudantes por cada clase, de modo que en secundaria hay 24 alumnos ayudantes que se incorporan a los que iniciaron el programa el curso pasado.
Éstos han sido elegidos por sus compañeros, por lo que partimos del respaldo y la confianza de sus respectivos grupos.
Una vez creado el nuevo grupo, el pasado miércoles y jueves llevamos a cabo una formación con la finalidad de <<entrenar>> al alumnado ayudante para poder cumplir la misión que se le encomienda.
Así, el miércoles a la salida del colegio nos fuimos a la Casa Nazaret, donde permanecimos hasta la tarde del jueves 24 de octubre.En esa formación, abordamos el siguiente contenido:
1. Actitudes Pro-sociales.
2. Habilidades de comunicación y escucha activa.
3. La empatía y la asertividad.
4. Técnicas de resolución de problemas.
Mediante dinámicas de grupo, dramatizaciones, debate, etc, fuimos exponiendo y trabajando esas áreas. De modo que el alumno se pusiera en situación y así poder incorporar los recursos necesarios para desempeñar su función.
Esta formación, no va a quedar en ese encuentro tan grato y fructífero. Tiene una continuidad en el día a día, en el que el alumnado irá reconfigurando lo aprendido con su experiencia.
A la vez que su bagaje le reportará más y mejores recursos, al poder afrontar las diferentes situaciones en las que intervenga. Estando en constante interacción con el resto de alumnos ayudantes así como el profesorado del aula de convivencia.
Además, a lo largo del curso mantendremos sucesivos encuentros en los que el alumnado ayudante comparta sus experiencias. De este modo reciclaremos y enriqueceremos esa formación inicial, que ya es continua.
Como reto, nos planteamos que en un futuro, todo el alumnado sea <<alumno ayudante>> ya que cuantos más podamos aportar al otro, más recursos y con más respaldo afrontaremos la meta que nos marcábamos al inicio.
Como se expuso al principio, generar un buen clima de convivencia no depende solo del <<aula de convivencia>> y de los <<alumnos ayudantes>>. Ambos, ejercen un papel muy importante en este sentido, pero debe ser completado con la ayuda del resto de la comunidad educativa.
Y en este sentido todo el alumnado está llamado a ser alumno ayudante.
Nuestra gratitud para el alumnado que ha participado en esta formación, con el deseo de que su desempeño favorezca un, cada vez, mejor clima de convivencia en el centro.